‘Mocca’: análisis del storyboard

Animación

El proyecto final de carrera de los estudiantes de Animación 3D, 3D Generalista y Arte de 2022 es ‘Mocca‘. Un cortometraje que nos invita a reflexionar sobre el ritmo de vida actual y la necesidad de optar por un modo de vida más lento y consciente. En este post analizaremos el trabajo desarrollado en el área de storyboard de la mano de Antonio Santamaría, profesor de L’Idem.

El cortometraje funciona como un proyecto real. «No puede haber errores ni retrasos en la entrega, ya que hay muchos estudiantes esperando el storyboard para comenzar su cometido», nos ha explicado Antonio. En ese sentido y desde su puesto de coordinador de storys, se ha asegurado de que «los alumnos que desempeñen este apartado lo hagan bien y a tiempo».

El guion gráfico de ‘Mocca’

Para un proyecto de las características de ‘Mocca’, habitualmente Antonio Santamaría selecciona a dos estudiantes para desarrollar el guion gráfico del relato. Sin embargo, «en esta promoción el interés por la profesión de story artist y la gran calidad que han demostrado los alumnos en el transcurso de la carrera, me ha llevado a decidir ampliar el número de participantes a tres», nos ha explicado. Y en este corto ha escogido a los estudiantes que, en primer lugar, están interesados en hacer el storyboard y después, tienen la calidad, seriedad y motivación necesaria para llevarlos a cabo.

Para este cortometraje se han apuntado Laura Guasch y Estela Capallera, estudiantes especializadas en animación que, según explica Antonio, «siempre han realizado los ejercicios de storyboard con mucha solvencia y criterio cinematográfico»; y Álvaro Pozo, estudiante de la especialización de Arte con gran capacidad para el desarrollo de conceptos visuales. El trabajo de storyboard se ha dividido en tres partes homogéneas «mirando que cada uno comenzara con una secuencia nueva para que esa realización y manera de contar los planos no sufriera demasiado», ha comentado Antonio.

Mocca‘ transcurre mayormente en un espacio muy reducido: el interior de la cafetería. Y se amplía como máximo al exterior de la cafetería y los locales que tiene a su alrededor, dentro del centro comercial. Por lo tanto, según nuestro profesor «no requería tampoco una gran virtuosidad en grandes planos generales, sino más bien una mayor atención y cuidado en la puesta en escena dentro de ese habitáculo pequeño». El uso de elementos en overlay o encuadres interesantes, que permitían aprovechar las posibilidades que ofrece el modelado en 3D, fueron parámetros a seguir en la realización de los planos.

La vinculación con el departamento de 3D

El corto presentó un reto interesante a los storyboardistas: si los planos iban a ser relativamente más cercanos, la expresividad de los personajes tendría que ser definitoria. Y lo primero que se encontraron fue que los personajes…¡eran robots! En el trabajo de storyboard, los estudiantes tuvieron que resolver muchos matices de interpretación y gestualidad visual para que la historia fluyera y se entendiera a la perfección.

A lo largo del proceso de creación, los storyboard artists trabajaron en estrecha colaboración con el departamento de modelado 3D debido a que los personajes tenían una manera de funcionar muy concreta. Por tanto, en el diseño de planos, tuvieron que partir de la base sobre la cual estaban creando a cada personaje los compañeros de 3D.

 

Mocca, el dueño de la cafetería, es en sí mismo una cafetera viviente. Muele el café en su cabeza, levantando una tapa de estilo italiano. El café molido pasa por su interior, se mezcla con agua y acaba saliendo por uno de sus dedos, directamente a la taza del consumidor. Todo este circuito tenía que ser fiel al modelado que se estaba haciendo y por ejemplo, Laura, que se encargó de la primera parte, lo hizo tan bien que parecía estar animado ya en 2D.

Para los matices de Latte Estela tuvo gran cuidado en la expresividad del personaje y supo darle «esa gracia, ingenuidad y jovialidad que la robot transmite», ha explicado Antonio. «Esas interpretaciones, la idea de añadir un display a través de una especie de gagas de VR y la transformación de Mocca en una especie de super robot cafetero hizo crecer visualmente la historia de manera extraordinaria».

Álvaro se centró en el storyboard del final del corto. «El añadir un cartel exterior donde se lee “Más lento, pero mejor” cierra el círculo y contrasta con la manera fast food de hacer cafés que tenía la máquina rival con su “Faster New”», ha explicado Antonio.