Víctor Genestar es actor, director y locutor formado como cantante en el Conservatorio Profesional de Música de Badalona. Además ha estudiado interpretación en la escuela de Danza y Comedia Musical Coco Comín. Entre sus proyectos artísticos destacan ‘Billy Elliot, el musical’, de Lee Hall con dirección de Stephen Daldry (2017-2018); ‘Camus, un hombre en rebeldía’, de Rita Barber y Juan Carlos Talavera (2018); y ‘Turandot’, dirigida por Mario Gas (2016), entre otros. Este ha sido su primer año cómo profesor de Acting en L’Idem Barcelona, así que hemos hablado con él para que nos cuente un poco más de su trayectoria profesional:
¿Cuándo y por qué decidiste dedicarte a tu especialidad?
Empecé mi andadura profesional como actor a los 28 años, tras haber transitado por diferentes trabajos y estudios. Decidí lanzarme a la piscina porque sentí que «sólo se vive una vez» y que las Artes Escénicas, a pesar de mis vaivenes profesionales, siempre habían sido mi gran pasión.
¿Cómo se ha desarrollado tu trayectoria?
Estudié en diferentes escuelas de Barcelona formándome en interpretación, canto y baile. Al año y medio tuve la suerte de entrar en un espectáculo con el que realicé, durante más de dos años, giras nacionales e internacionales. Después de esta gran experiencia vinieron más espectáculos, más giras y mi primera incursión en la docencia artística allá por el 2016.
¿Quiénes han sido y son tus referentes o fuentes de inspiración y por qué?
La inspiración es algo tan abstracto y simple al mismo tiempo que no podría decir algo/alguien en concreto. Me inspira la naturaleza, una buena música, un grupo de gente con buen corazón… Voy mucho al teatro porque la gran escuela del actor/actriz es, a parte del escenario, ver, ver y ver teatro.
¿Cuál ha sido tu mayor reto profesional y cómo lo has afrontado?
Podría hablar de dos espectáculos en concreto que fueron un gran reto para mí. En primer lugar ‘The Hole’ (Let’s go company) tanto por la rapidez con la que tuve que aprenderme el papel y empezar a actuar, como por la gira nacional e internacional que hicimos, una locura de cambios de residencia, hoteles, viajes…
El otro gran reto fue ‘Billy Elliot, el musical’ (SomProduce) por la magnitud del espectáculo, el traslado a Madrid, la exigencia artística…
Como profesional, ¿cómo te has ido adaptando a las nuevas demandas del sector?
El reciclaje es importante en la escena y en la vida. Con todo lo que está cayendo uno debe encontrar su potencial creativo y emprendedor para sobrevivir. Un actor creativo y con iniciativa siempre tendrá más posibilidades de estar en activo. En mi caso, en los últimos años he desarrollado mi labor como director de escena, dramaturgo y educador artístico.
¿Cuál dirías que es tu proyecto profesional más destacado?
Lo que más destacaría es mi labor docente en Menorca, mi isla natal. Allí he podido desarrollar durante cuatro años un proyecto de motivación social en el campo de las Artes Escénicas, donde muchas personas han podido experimentar en primera persona lo que es subir a un escenario y defender un proyecto artístico en equipo.
Explícanos tu último proyecto, si no es un secreto.
Mi último proyecto es un espectáculo de creación con una ex-alumna y amiga. Un proyecto muy íntimo donde desgranamos el propio hecho de existir (miedos, frustraciones, sueños…)
A parte de docencia, ¿en qué estás trabajando ahora?
Actualmente estoy centrado en la educación artística (trabajo en diferentes escuelas de Barcelona y Menorca como profesor de interpretación, voz y movimiento) y la dirección de escena. No descarto en absoluto volver a los escenarios si aparece la oportunidad. Por el momento, ningún proyecto a la vista.
¿Quieres contarnos alguna cosa más sobre ti?
Simplemente que creo en las segundas oportunidades. Considero que querer es poder y apuesto por vivir sin prisa pero sin pausa.